Por : Felipe Diaz
En un pueblo muy lejano Vivían dos hermosas niñas. La mayor se llamaba teresa y la menor Juana… Sus padres eran muy humildes y cada día
era un desafío sus necesidades básicas. Su madre se preocupaba mucho por la educación
de ellas pero aparte de esto le
preocupaba que no pudieran caminar las dos y no era porque ellas tuvieran
un defecto físico motriz en los pies o
piernas... Solo porque no tenían zapatos para poder ir a la escuela todos los días…
lo complicado era Que esta, Quedaba casi
a un kilómetro de distancia de su casa… ellas tenían un amiguito llamado juan y le decían de cariño Juancho...
a Juancho se le ocurrió la idea de hacer unos zapatos de coca cola. ¡Como así! Le dijo teresa... ¡Sí! Con unos recipientes plásticos vacíos de litro, haremos unos zapatos… “se hicieron a la tarea”...y al día
siguiente fueron a la escuela con los
zapatos… pero muchos al verlos les causo curiosidad, otros solo se reían de
ellas...la voz se corrió por todo el pueblo. El sacerdote al enterarse de esto,
fue enseguida donde el alcalde y se reunieron a confrontar la situación. Luego después
de muchas ideas y discusiones la solución
fue... El alcalde decreto un día al año que todos en el pueblo debían andar descalzos...Ese
día llego y todos sintieron lo que teresa y Juana Vivían a diario. Al día
siguiente, la madre de las niñas al abrir la puerta de la casa... se llevó la sorpresa al encontrar
varias cajas de zapatos de diferentes marcas y colores…desde ese día en el
pueblo se celebra una vez al año el día de los pies descalzos.
Moraleja: no esperemos sentir el dolor o la
necesidad de nuestros semejantes, solo hay que dar sin esperar nada cambio,
ayudar y aportar a construir la civilización del amor soñada. Autor: Felipe Díaz 2013 ©